Es para mí todo un honor haber sido designado como merecedor del premio a la trayectoria profesional en valor de la ciberseguridad por parte del Centro Criptológico Nacional (CCN), especialmente, en estas XII Jornadas STIC CCN-CERT (inolvidables por múltiples motivos), otorgado de la mano de Su Majestad el Rey, Don Felipe VI:
En primer lugar, creo que es muy significativa la presencia de Su Majestad el Rey en este evento, reflejando la importancia que ha adquirido la seguridad de los entornos tecnológicos en nuestro día a día. Esta relevancia aumentará aún más en el futuro, debido a la sobredependencia tecnológica que vivimos actualmente, tanto en el plano personal o como sociedad, como en el plano profesional, institucional o industrial.
Video: Fragmento del momento de la entrega del premio.
Se trata de un premio aún joven, que comenzó a entregarse el pasado año, pese a que algunos tenemos la suerte de haber participado en las doce ediciones de este evento de referencia, lo que hace que me sienta aún más orgulloso de haberlo recibido en una edición temprana. Estoy seguro de que a tod@s nos vienen, o vinieron en el momento de la entrega, a la cabeza, numerosos otros profesionales que se merecen igualmente este premio, y que estoy seguro, serán reconocidos en años venideros.
Agradezco al CCN su confianza, reflejada en este premio, así como el mensaje difundido este año, y plasmado en la interpretación tan positiva que se ha hecho del mismo por parte de la comunidad a la que pertenezco, y en ocasiones como ésta, represento: los profesionales técnicos de seguridad, investigadores, o hackers (aunque el término es lo de menos), que son tan necesarios para, con su alto conocimiento técnico especializado y dedicación, evaluar e identificar las debilidades y vulnerabilidades de la tecnología, con el objetivo de que sean corregidas y de mejorarla, para que todos dispongamos de entornos más seguros.
Video: Fragmento antes de nuestra ponencia sobre DNSSEC para, muy brevemente (por las limitaciones de tiempo), poder agradecer el premio.
Quizás el término que más se ha repetido en todos los mensajes de felicitación recibidos ha sido "merecido", lo que, viniendo de tantos y tan valiosos profesionales, le da aún más valor y me hace estar más orgulloso y satisfecho. Un mensaje que, ahora más que nunca, siento que no nos debemos de cansar de transmitir a las nuevas generaciones.
Sin duda, la entrega del premio constituyó un emotivo e inolvidable momento, que uno sólo tiene posiblemente la suerte de poder disfrutar una vez en la vida:
Como colofón, uno no tiene la oportunidad de poder departir unos minutos en persona con Su Majestad el Rey, para desde la modestia, intentar transmitirle la importancia de estos valores, de disponer de una educación y formación de calidad en España, y la trascendencia que tiene, y tendrá, para nuestro país, contar con profesionales técnicos altamente cualificados, para cubrir la creciente demanda de nuestro sector. Y todo ello tras haber disfrutado de una demostración en directo del funcionamiento de una máquina Enigma de tres rotores, cifrando y descifrando un mensaje, como ejemplo vivo de la historia de la criptografía. Dejé el trofeo bajo ella durante unas horas, por si se le pegaba algo... :-)
Aunque el premio es entregado a una persona individual, por un lado es justo agradecer y destacar que yo no podría haber recibido este premio sin el incondicional apoyo y compañía de mi mujer, Mónica Salas, que durante un cuarto de siglo ha estado siempre ahí, haciéndome crecer tanto como persona, como en el plano profesional. Este premio es una realidad, sin duda, gracias a ella. Igualmente, a mi familia (tanto a los que aún están con nosotros, como especialmente a los que no), por acompañarme en este camino; con su esfuerzo y cariño siempre se preocuparon de proporcionarme la mejor educación y formación posible, y de crear el entorno ideal para que pudiera llegar donde me encuentro a día de hoy. Y por supuesto, a mis hijos, representando a las futuras generaciones que tendrán que protegernos dentro de muy pocos años... :-)
Por último, y no menos importante, no quiero olvidarme de aquellos con los que he compartido mi carrera profesional de forma más cercana todos estos años (compañeros, colaboradores, clientes, alumnos, conferencias de seguridad, etc.), y quiero también agradecer enormemente el extenso y afectuoso apoyo que he recibido por parte de toda nuestra comunidad, de tantas y tantas personas, que se han visto reflejadas en mí y en este premio. ¡Muchas gracias a tod@s!
Aunque los años no pasan en balde, y siempre uno se considera más joven de lo que es, quiero aclarar que ni mucho menos me ha llegado la hora de jubilarme (como algunos asumen que ocurre tras recibir un premio como éste :-), sino que este premio constituye un aliciente, que sirve para reflexionar, valorar lo realizado hasta ahora y seguir querer haciendo más y mejores cosas, siempre disfrutando.
Para no extenderme más, todas las anécdotas asociadas a mi indumentaria, con frases como "¿Es un fotomontaje o Raúl se ha puesto un traje?", las dejo para círculos más cerrados... ;-)
Autor: Raúl Siles
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